Andrés Figueroa Cornejo
Rebelión
Todavía no tiene nombre. El programa mínimo para enfrentar la crisis se construirá desde abajo a través de distintos medios. Tendrá el carácter de un instrumento federativo de coordinación de luchas, que cautelará y potenciará solidariamente el fortalecimiento y ampliación de cada una de sus partes. Cuenta con vocación de masas, de mayoría, de unidad y ética mandante. Rechaza el burocratismo, las prácticas verticales y los hegemonismos y caudillajes de cualquier naturaleza. La independencia de la clase trabajadora y el pueblo, y autonomía radical respecto de las expresiones políticas de la clase dominante, el Estado y la patronal (Concertación y Alianza por Chile) son materia rectora de su reunión. Desde ya se agrega al conjunto de empeños mundiales y latinoamericanos por el establecimiento de una sociedad gobernada por los de abajo.
Estas son algunas de las concordancias capilares que convocaron el sábado 31 de enero en una sede gremial santiaguina a un conjunto de organizaciones e iniciativas anticapitalistas y populares realmente existentes como punto de arranque hacia la construcción de un instrumento político-social de los trabajadores, los plebeyos, los desheredados. Allí estuvieron los dirigentes sindicales y trabajadores del Frente Amplio de Trabajadores, los movimientos de Pobladores Sin Techo, En Lucha y de los deudores habitacionales agrupados en ANDHA CHILE. Allí estuvieron el Consejo de Comités Comunistas de Santiago y regiones, miembros de la SurDa de Concepción, organizaciones trotskistas, el Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez, el Movimiento Asamblea del Pueblo, el Polo Izquierdo de la Memoria de la Asamblea Nacional de Derechos Humanos, el Colectivo Andamios, el periódico Marcha, el portal http://www.marxismo.cl/, y comunicadores populares, entre otros. Acompañaron la cita tanto tiempo acariciada, miembros del Movimiento de Los Pueblos, cuyas luchas se asocian a las demandas profundas de los pueblos originarios, a la defensa del agua, al combate contra la depredación de las corporaciones forestales, a la pelea medioambiental consecuente y la organización de los pescadores artesanales.
Fue una suerte de convención para destruir desconfianzas, mirarse y hablarse con honestidad. Fue un ampliado para, cuidadosamente, descubrir entre tod@s las pistas nucleares de la unidad necesaria.
La puerta ancha de la conjunción generosa y respetuosa de iniciativas de pueblo en lucha apenas comienza. Se acusaron las debilidades: que faltan mujeres, más jóvenes, mapuche, diversidad sexual y tanta rebeldía anticapitalista que anda todavía sufriendo la dispersión conveniente para el poder. Por eso se acordó sobre todo no cerrar la puerta; por el contrario, lejos de enfrascarse en definiciones estrategistas, diagnósticos archiformulados e invalidantes, o ilusionismos políticos, el siguiente paso es realizar una nueva convocatoria para que participen más de los tantos que todavía faltan, que no se han enterado, que persiguen la unidad, hoy más requerida que nunca, y gatillada por los efectos nefastos de la crisis económica mundial en Chile.
Desde abajo, de lo simple a lo complejo, sin cartas bajo la manga, sin conclusiones preescritas, de cara a las fortalezas y fragilidades de cada cual. Como debe ser cuando se abraza la causa de la emancipación multidimensional de la humanidad, cuando se ponen los intereses de los trabajadores y el pueblo por delante y se destierran los egoísmos.
La próxima convocatoria se realizará en abril. Pero mientras tanto, se convino visibilizar el empeño político social en ciernes, y ejercitar la solidaridad concreta entre las iniciativas consteladas.
Eso es exactamente lo que se hace cuando se escribe esta nota urgente. Anunciar el prólogo de la caminata unitaria de los de abajo e invitar a l@s much@s que faltan. Aquí no existen determinaciones preconcebidas, ni cocineros astutos que buscan el beneficio propio o de su parcela breve. Aquí la reunión amplia, abierta y llana sella con enorme estatura política el compromiso que demandan la libertad, la justicia y la igualdad para las grandes mayorías despojadas de Chile.
Rebelión
Todavía no tiene nombre. El programa mínimo para enfrentar la crisis se construirá desde abajo a través de distintos medios. Tendrá el carácter de un instrumento federativo de coordinación de luchas, que cautelará y potenciará solidariamente el fortalecimiento y ampliación de cada una de sus partes. Cuenta con vocación de masas, de mayoría, de unidad y ética mandante. Rechaza el burocratismo, las prácticas verticales y los hegemonismos y caudillajes de cualquier naturaleza. La independencia de la clase trabajadora y el pueblo, y autonomía radical respecto de las expresiones políticas de la clase dominante, el Estado y la patronal (Concertación y Alianza por Chile) son materia rectora de su reunión. Desde ya se agrega al conjunto de empeños mundiales y latinoamericanos por el establecimiento de una sociedad gobernada por los de abajo.
Estas son algunas de las concordancias capilares que convocaron el sábado 31 de enero en una sede gremial santiaguina a un conjunto de organizaciones e iniciativas anticapitalistas y populares realmente existentes como punto de arranque hacia la construcción de un instrumento político-social de los trabajadores, los plebeyos, los desheredados. Allí estuvieron los dirigentes sindicales y trabajadores del Frente Amplio de Trabajadores, los movimientos de Pobladores Sin Techo, En Lucha y de los deudores habitacionales agrupados en ANDHA CHILE. Allí estuvieron el Consejo de Comités Comunistas de Santiago y regiones, miembros de la SurDa de Concepción, organizaciones trotskistas, el Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez, el Movimiento Asamblea del Pueblo, el Polo Izquierdo de la Memoria de la Asamblea Nacional de Derechos Humanos, el Colectivo Andamios, el periódico Marcha, el portal http://www.marxismo.cl/, y comunicadores populares, entre otros. Acompañaron la cita tanto tiempo acariciada, miembros del Movimiento de Los Pueblos, cuyas luchas se asocian a las demandas profundas de los pueblos originarios, a la defensa del agua, al combate contra la depredación de las corporaciones forestales, a la pelea medioambiental consecuente y la organización de los pescadores artesanales.
Fue una suerte de convención para destruir desconfianzas, mirarse y hablarse con honestidad. Fue un ampliado para, cuidadosamente, descubrir entre tod@s las pistas nucleares de la unidad necesaria.
La puerta ancha de la conjunción generosa y respetuosa de iniciativas de pueblo en lucha apenas comienza. Se acusaron las debilidades: que faltan mujeres, más jóvenes, mapuche, diversidad sexual y tanta rebeldía anticapitalista que anda todavía sufriendo la dispersión conveniente para el poder. Por eso se acordó sobre todo no cerrar la puerta; por el contrario, lejos de enfrascarse en definiciones estrategistas, diagnósticos archiformulados e invalidantes, o ilusionismos políticos, el siguiente paso es realizar una nueva convocatoria para que participen más de los tantos que todavía faltan, que no se han enterado, que persiguen la unidad, hoy más requerida que nunca, y gatillada por los efectos nefastos de la crisis económica mundial en Chile.
Desde abajo, de lo simple a lo complejo, sin cartas bajo la manga, sin conclusiones preescritas, de cara a las fortalezas y fragilidades de cada cual. Como debe ser cuando se abraza la causa de la emancipación multidimensional de la humanidad, cuando se ponen los intereses de los trabajadores y el pueblo por delante y se destierran los egoísmos.
La próxima convocatoria se realizará en abril. Pero mientras tanto, se convino visibilizar el empeño político social en ciernes, y ejercitar la solidaridad concreta entre las iniciativas consteladas.
Eso es exactamente lo que se hace cuando se escribe esta nota urgente. Anunciar el prólogo de la caminata unitaria de los de abajo e invitar a l@s much@s que faltan. Aquí no existen determinaciones preconcebidas, ni cocineros astutos que buscan el beneficio propio o de su parcela breve. Aquí la reunión amplia, abierta y llana sella con enorme estatura política el compromiso que demandan la libertad, la justicia y la igualdad para las grandes mayorías despojadas de Chile.