escrito por Omar Cid
lunes, 27 de octubre de 2008
El trago amargo
Las elecciones municipales de octubre de 2008, se enmarcan con una serie de diferencias en relación a las anteriores, la coalición gobernante enfrenta su peor momento político, por malas decisiones, rupturas internas innecesarias y un contexto internacional en lo económico desfavorable.
Los errores se pagan y esta no podía ser la excepción, desde el momento en que el gobierno asume una postura tibia, en relación a la crisis económica con sus secuelas de pérdidas sostenidas de hasta un 40% en los sistemas privados de cotización previsional, permitiendo además, el alza de los servicios básicos y combustibles, demorando decisiones para enfrentar los graves problemas de gestión y probidad, los resultados no podían ser otros. Lo extraño es que siga manteniéndose como la principal fuerza electoral del país.
De hecho una de las preguntas es ¿Por qué la alianza no se impone claramente? Y la respuesta no es otra a mi juicio que la incapacidad de sus dirigentes; pesa demasiado la historia y los votantes por muy molestos que se encuentren con la concertación, todavía depositan esperanzas en ella, el viejo electorado del sí y el no, se resiste a entregar el país a los mismos que lo gobernaron en dictadura. La presidenta Bachelet, con la sensibilidad que la acostumbra fue capaz de recoger ese sentir, al hacer un llamado urgente a construir la unidad y ampliar la convergencia en torno a las propuestas concertacionistas.
La hora de los estrategas
En lo estratégico, el único candidato en carrera Sebastián Piñera, se ocupó personalmente de presidencializar las elecciones, con los reparos de algunos integrantes de su propio sector. En el intertanto buscó alianzas con el PRI y Chile Primero, ambos bloques integrados por personas descolgadas de la concertación. Siendo Chile Primero, la organización más dispuesta a buscar acuerdos.
La concertación no rechazó el emplazamiento y saco a sus “no candidatos” a recorrer las comunas, tanto esfuerzo no se corona con los resultados esperados, de hecho el PPD, PRSD y DC terminan el día con un gusto bastante amargo en la boca, suavizado en parte por los resultados de sus concejales.
El pacto por omisión elaborado por el PC y una parte de los partidos gobiernistas, se levantó como caballito de batalla, obteniendo un resultado honroso en comunas como La Florida y Pedro Aguirre Cerda.
El juego Táctico
En lo táctico estamos en presencia de un proceso de re-acomodo de los sectores sociales y políticos, esta tendencia se refleja en datos que deben ser tomados en consideración, entre nulos y blancos la cifra en las elecciones de concejales ronda el 11% el número de excusados por diversos motivos es superior a las cuatrocientas mil personas, si a ello agregamos los no inscritos, el desmedro del proceso electoral es evidente.
En estas elecciones, las dos grandes alianzas debían enfrentar quiebres internos, Carolina Plaza, en calidad de independiente se impone como alcaldesa, a pesar que la derechista UDI su ex –partido pretendía removerla del cargo, en Punta Arenas y Antofagasta, los independientes dan un duro golpe a las principales fuerzas políticas. Con su 7,57% el PRI se consagra como una fuerza política de centro propinando un duro golpe a las pretensiones de la Democracia Cristiana y por tanto a la alianza gobernante, que sintió esa fuga de votos especialmente en la pérdida de municipios como Talca y en el emblemático Santiago.
El Pacto “Juntos Podemos” se consolida definitivamente como una fuerza de izquierda, sacando un muy buen provecho del pacto por omisión, a pesar de la leve baja experimentada porque obtuvo un 9,17% en las elecciones de concejales del año 2004 y un 9,07% en las de este año 2008. Destacable resulta a la vez, el resultado obtenido por el ex – sacerdote Antonio Lagos en la comuna de Cerro Navia con un 8,50% de los votos, la cifra parece minúscula pero el origen y su significación son el tema de fondo, porque representa a un sector de la izquierda que no aceptó el pacto por omisión y prefirió presentar un candidato independiente, el mismo caso sucede en la ciudad de la Serena donde Luís Vega como independiente, pero reconocido militante del MPMR obtiene un 1,51% de los votos con el agravante de la existencia de un candidato del pacto “Juntos Podemos” insisto, se trata de cifras marginales, para la mayoría de los analistas pero nos sirven para completar esta óptica del nuevo escenario.
Los resultados no permiten descifrar lo que ocurrirá en las elecciones presidenciales, porque el aumento de alcaldes de la Alianza neo-conservadora, no implica necesariamente un triunfo electoral, más aún cuando en la representación de mayor cercanía con la realidad que son las elecciones de concejales, no superan el 36% de la intención de voto, siendo superada casi en un diez por ciento por la concertación, sin ayuda del PRI y el “Juntos Podemos”.
Lo que puede ocurrir - es que estos municipios- permitirán a la Alianza, instalar un dispositivo electoral de mayor envergadura, aprovechando los nuevos recursos a los que tenga acceso.
En ese sentido, la derrota en ciudades como Concepción y Valparaíso, pueden colocar en riesgo las representaciones parlamentarias de esas zonas.
De hecho una de las preguntas es ¿Por qué la alianza no se impone claramente? Y la respuesta no es otra a mi juicio que la incapacidad de sus dirigentes; pesa demasiado la historia y los votantes por muy molestos que se encuentren con la concertación, todavía depositan esperanzas en ella, el viejo electorado del sí y el no, se resiste a entregar el país a los mismos que lo gobernaron en dictadura. La presidenta Bachelet, con la sensibilidad que la acostumbra fue capaz de recoger ese sentir, al hacer un llamado urgente a construir la unidad y ampliar la convergencia en torno a las propuestas concertacionistas.
La hora de los estrategas
En lo estratégico, el único candidato en carrera Sebastián Piñera, se ocupó personalmente de presidencializar las elecciones, con los reparos de algunos integrantes de su propio sector. En el intertanto buscó alianzas con el PRI y Chile Primero, ambos bloques integrados por personas descolgadas de la concertación. Siendo Chile Primero, la organización más dispuesta a buscar acuerdos.
La concertación no rechazó el emplazamiento y saco a sus “no candidatos” a recorrer las comunas, tanto esfuerzo no se corona con los resultados esperados, de hecho el PPD, PRSD y DC terminan el día con un gusto bastante amargo en la boca, suavizado en parte por los resultados de sus concejales.
El pacto por omisión elaborado por el PC y una parte de los partidos gobiernistas, se levantó como caballito de batalla, obteniendo un resultado honroso en comunas como La Florida y Pedro Aguirre Cerda.
El juego Táctico
En lo táctico estamos en presencia de un proceso de re-acomodo de los sectores sociales y políticos, esta tendencia se refleja en datos que deben ser tomados en consideración, entre nulos y blancos la cifra en las elecciones de concejales ronda el 11% el número de excusados por diversos motivos es superior a las cuatrocientas mil personas, si a ello agregamos los no inscritos, el desmedro del proceso electoral es evidente.
En estas elecciones, las dos grandes alianzas debían enfrentar quiebres internos, Carolina Plaza, en calidad de independiente se impone como alcaldesa, a pesar que la derechista UDI su ex –partido pretendía removerla del cargo, en Punta Arenas y Antofagasta, los independientes dan un duro golpe a las principales fuerzas políticas. Con su 7,57% el PRI se consagra como una fuerza política de centro propinando un duro golpe a las pretensiones de la Democracia Cristiana y por tanto a la alianza gobernante, que sintió esa fuga de votos especialmente en la pérdida de municipios como Talca y en el emblemático Santiago.
El Pacto “Juntos Podemos” se consolida definitivamente como una fuerza de izquierda, sacando un muy buen provecho del pacto por omisión, a pesar de la leve baja experimentada porque obtuvo un 9,17% en las elecciones de concejales del año 2004 y un 9,07% en las de este año 2008. Destacable resulta a la vez, el resultado obtenido por el ex – sacerdote Antonio Lagos en la comuna de Cerro Navia con un 8,50% de los votos, la cifra parece minúscula pero el origen y su significación son el tema de fondo, porque representa a un sector de la izquierda que no aceptó el pacto por omisión y prefirió presentar un candidato independiente, el mismo caso sucede en la ciudad de la Serena donde Luís Vega como independiente, pero reconocido militante del MPMR obtiene un 1,51% de los votos con el agravante de la existencia de un candidato del pacto “Juntos Podemos” insisto, se trata de cifras marginales, para la mayoría de los analistas pero nos sirven para completar esta óptica del nuevo escenario.
Los resultados no permiten descifrar lo que ocurrirá en las elecciones presidenciales, porque el aumento de alcaldes de la Alianza neo-conservadora, no implica necesariamente un triunfo electoral, más aún cuando en la representación de mayor cercanía con la realidad que son las elecciones de concejales, no superan el 36% de la intención de voto, siendo superada casi en un diez por ciento por la concertación, sin ayuda del PRI y el “Juntos Podemos”.
Lo que puede ocurrir - es que estos municipios- permitirán a la Alianza, instalar un dispositivo electoral de mayor envergadura, aprovechando los nuevos recursos a los que tenga acceso.
En ese sentido, la derrota en ciudades como Concepción y Valparaíso, pueden colocar en riesgo las representaciones parlamentarias de esas zonas.
Por Omar Cid
Centro de Estudios Francisco Bilbao